Mi mañana comenzaba en busca de un lápiz corrector (comúnmente conocido como Tipp-Ex marca registrada, pero yo buscaba uno barato). Fui a la librería-papelería que más próxima tengo y entré. Me pase 10 minutos buscando un corrector en una tienda que se recorre en 67 segundos y no lo encontré, así que pregunté a la cajera. Me indicó la estantería en la que se encontraba (en la única en la que por lógica no estaría), lo cogí, lo pagué y me lo llevé.
Para no tener que entrar con todo el envoltorio en el supermercado decidí abrirlo en la calle. Cuál fue mi sorpresa al no solo quitarse el envoltorio sino también la punta del lápiz. Ya se había roto antes de ser usado. Parece que lo conseguí arreglar (más bien menos que más) y espero que funcione.
Luego entré en el supermercado. Compré todo lo que necesitaba (y alguna cosa más) y me dirigí a la caja para pagar. Mientras procedía a meter mi compra en la bolsa de plástico que me había proporcionado la cajera, ¿qué pasa? Efectivamente, la bolsa se rompe. Pero no debía ser ni la primera ni la última porque la cajera ingeniosamente me sacó otra y metimos una dentro de la otra. Doble capa resiste más, como con el papel higiénico.
¿Qué le pasa al plástico? ¿le sienta mal el frio o la humedad?
Continuará...
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